Los Ríos al Día

El retorno a clases (Alejandra Rebolledo, Psicóloga)

Volver a clases tras un largo período de vacaciones no siempre es sencillo, tanto para los alumnos como para sus padres. Comenzar a retomar las rutinas y hábitos propios del año escolar suele ser postergado y vislumbrado como algo tedioso. No obstante, el retorno a las aulas puede ser más sencillo de lo que imaginamos si seguimos 3 simples pasos:

 

  1. Ordenar los horarios de forma gradual, a lo menos con una semana de anticipación: esto implica no sólo establecer el tiempo de acostarse y levantarse, sino también establecer la hora de alimentación, en concordancia con los tiempos propios destinados a esta actividad durante el período de clases. Lo mismo con los tiempos de ocio.

Es necesario que la hora de la cena no pase las 20:00 horas si nuestros hijos se acostarán entre 21:00 – 21:30 hrs. Y, muy a pesar de algunos, es importante que el televisor se encuentre apagado a lo menos una hora antes de dormir para que sea más sencillo recuperar los hábitos de sueño de los estudiantes. Este tiempo que antes usábamos en aparatos electrónicos podemos reemplazarlos por lecturas o conversaciones familiares.

  1. Cambiemos el mensaje negativo del ingreso a clases: muchos adultos solemos destacarles a los estudiantes a que se acaban las vacaciones, como si esto fuese motivo de tristeza. En vez de esto, debemos armarnos de oraciones tales como “ahora que vuelves a clases verás a todos tus amigos”, buscando destacar lo positivo que tiene el reingreso al colegio.

  2. Practicar ejercicios lógico-matemático y comprensión lectora propios para el nivel del alumno por unos 15 a 30 minutos al día, para facilitar que se retomen los hábitos de estudio.

 

Una vez comenzadas las clases, debemos otorgar un momento en el día para conversar con nuestros hijos respecto de lo positivo y negativo de sus días, destacando sus fortalezas y brindándoles apoyo en las áreas más complejas para ellos. Este espacio de conversación debe ser muy cuidado para el estudiante no sienta que es cuestionado por sus padres, sino más bien comprendido y apoyado, para que así pueda sentir la seguridad de manifestar problemas que pudieran suscitarse conforme pasen las semanas, y evitar que las diversas situaciones deriven en casos más complejos como bullying, entre otras.

 

EDICIÓN: 555

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