Ariel Castro llegó a un acuerdo con la parte acusadora, para evitar ir a juicio, en el que arriesgaba la pena capital por haber provocado abortos a una de las víctimas.
Ariel Castro, quien secuestró y violó durante 10 años a 3 mujeres en su casa de Cleveland (norte de Estados Unidos) llegó a un acuerdo con la parte acusadora y se declaró culpable de los cargos, a cambio de cumplir la cadena perpetua.
El trato, que significa un vuelco a lo que habían planteado sus abogados en mayo, implica que Castro, de 53 años irá a prisión de por vida sin opción a libertad condicional, pero evita la pena de muerte, a la que podría haber sido condenado si se llevara a cabo un juicio, instancia en la que, además, sus víctimas tendrán que testificar.
"En virtud de la ley, un prisionero condenado a una pena de cárcel sin posibilidad de liberación anticipada (…) permanecerá en prisión hasta su muerte. ¿Comprende usted esto?", preguntó el juez a Ariel Castro, quien compareció en traje naranja de prisionero con unas pequeñas gafas y una barba de días.
"Sí, su señoría", respondió el ex conductor de autobús.
"¿Cree que hay alguna razón, una esperanza, de que salga de la cárcel antes de su muerte?", insistió el juez. "No lo creo". "Usted no saldrá nunca, ¿eso está claro?". "Sí".
El hombre se enfrentaría a la pena de muerte si fuera declarado culpable de homicidio agravado por haber provocado abortos a una de sus víctimas al golpearla, y no alimentarla. Este crimen es considerado un delito capital en Ohio si ocurre en el marco de un secuestro.
LAS VÍCTIMAS
Castro fue arrestado a principios de mayo después de que Amanda Berry, de 27 años, lograra escapar de su casa con su pequeña hija, tras captar la atención de un vecino logrando sacar su mano por la puerta cerrada.
La policía encontró luego a otras dos cautivas en la casa: Gina DeJesus, de 23 años, y Michelle Knight, de 32. Las tres mujeres habían sido raptadas en incidentes separados en 2002, 2003 y 2004.