Presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, Bárbara Figueroa, acusó intransigencia por parte del gobierno por imponer una discusión técnica respecto al salario mínimo y consideró necesaria la participación de los otros actores en el debate.
Continúa el debate por la propuesta del Gobierno, sobre la creación de una institucionalidad encargada de entregar una estimación anual de salario mínimo.
La presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Bárbara Figueroa, lamentó que la definición del mínimo de ingresos para los trabajadores se envíe como cierre de un cumplimiento de programa y no como una atención preferente por parte del gobierno para superar la desigualdad del país.
Asimismo, la dirigente señaló que la demora no se debió a un problema técnico, sino a uno de carácter político.
“Cuando el ministro señala que nos demoramos cinco meses en debatir el año pasado el tema del salario mínimo, hay que recordar que eso no fue producto de las organizaciones, fue precisamente producto de la intransigencia del gobierno por imponer una cifra, sin consultar con los actores. Y luego, gracias al esfuerzo de la CUT con el parlamento, lograr que este salario mínimo de 197 mil pesos, que en su inicio propuso el gobierno, avanzara hacia los 210 mil pesos”, dijo Figueroa.
La presidenta de la CUT calificó de falaz el argumento del gobierno sobre el aumento del salario mínimo y su impacto en el empleo. A su juicio, existen estudios nacionales e internacionales que comprueban que el alza permite mejorar o mantener el empleo en sus condiciones normales.
Carlos Recondo (UDI), desestimó las críticas al anuncio, advirtiendo que representan una “señal de politiquería”.
“Porque lo único que quieren hacer es no reconocerle al gobierno que haya propuesto, después de veinte años una iniciativa en que institucionaliza algo que a gritos los parlamentarios requerían. Ahora que se avanza en la posibilidad de institucionalizar esto, entonces surgen las críticas porque probablemente les hubiese gustado hacerlo a ellos”, afirmo Recondo.
Según el parlamentario nunca se planteó la necesidad urgente de sacar el proyecto este año, lo que sí había era un compromiso de iniciar el estudio de una nueva institucionalidad para evitar la discusión que se repetía junio y julio de cada año, para fijar el salario mínimo.
“Se buscaba evitar el debate anual poco serio, incentivado por el populismo y la demagogia”, agregó Recondo.
Con todo, Recondo concluye que será en el Congreso donde todas las fuerzas políticas, incluidas las de la Nueva Mayoría, puedan discutir y hacer modificaciones si es necesario a la iniciativa ya ingresada.
Nº Edición 187