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Tillerson: Violencia contra los rohinya es ‘limpieza étnica’

Rohingya Muslims, who crossed over from Myanmar into Bangladesh, wait in queues to receive aid at Kutupalong refugee camp in Ukhiya, Bangladesh, Wednesday, Nov. 15, 2017. Secretary of State Rex Tillerson said Wednesday that the U.S. is deeply concerned by "credible reports" of atrocities committed by Myanmar's security forces and called for an independent investigation into a humanitarian crisis in which hundreds of thousands of Muslim Rohingya have fled to Bangladesh. (AP Photo/A.M. Ahad)
Los musulmanes rohinya, que huyeron de Myanmar, esperan para recibir ayuda en el campo de refugiados de Kutupalong en Ukhiya, Bangladesh, el 15 de noviembre de 2017. (Archivo)

El secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson, calificó la violencia en Myanmar, que desencadenó una reubicación masiva de los musulmanes rohinya a Bangladesh, como “limpieza étnica”.

«Después de un análisis cuidadoso y exhaustivo de los hechos disponibles, está claro que la situación en el norte del estado de Rakhine, en Myanmar, constituye una limpieza étnica contra los rohinya», dijo Tillerson en una declaración escrita publicada el miércoles.

La determinación aumenta la presión sobre el gobierno de Donald Trump para considerar «posibles sanciones dirigidas» contra el gobierno de Myanmar y los culpables de la crisis.

«Ninguna provocación puede justificar las horrendas atrocidades que han tenido lugar. Estos abusos cometidos por algunos militares birmanos, fuerzas de seguridad y vigilantes locales han causado un tremendo sufrimiento y han obligado a cientos de miles de hombres, mujeres y niños a huir de sus hogares en Birmania y buscar refugio en Bangladesh», dijo Tillerson.

El Departamento de Estado ya había estado considerando la posibilidad de realizar oficialmente tal designación. Durante una visita la semana pasada a Myanmar, Tillerson dijo que los eventos en el estado de Rakhine en la costa oeste tenían las «características de los crímenes contra la humanidad», pero no llegó a describirlos como una limpieza étnica.

Tillerson también dijo el miércoles que Estados Unidos continuará trabajando con las Naciones Unidas para buscar una solución a la crisis en Myanmar y que «también perseguirá la rendición de cuentas a través de la legislación estadounidense, incluidas posibles sanciones específicas».

El gobierno de Myanmar ha rechazado repetidamente las afirmaciones de que se están cometiendo atrocidades, incluidas violaciones y ejecuciones extrajudiciales, en el norte de Rakhine, el epicentro de la violencia que los Estados Unidos calificaron como «limpieza étnica de libros de texto».

Myanmar no reconoce a los rohinya y les niega la ciudadanía, refiriéndose a ellos como «bengalíes» para implicar orígenes en Bangladesh.

La declaración de Tillerson se produce un día después de que una delegación del Senado estadounidense, de visita en Myanmar, dijera que la crisis en el estado de Rakhine «tiene todas las características de la limpieza étnica».

«Muchos refugiados han sufrido ataques directos que incluyen a seres queridos, niños y maridos que fueron asesinados frente a ellos, esposas e hijas violadas, quemaduras y otras heridas horribles», dijo el senador estadounidense Jeff Merkley en una conferencia de prensa en la embajada de su país en Yangon.

Merkley dijo que la delegación del Congreso de Estados Unidos instó al gobierno de Myanmar a implementar las recomendaciones de la Comisión Asesora de Rakhine dirigida por Kofi Annan y permitir que las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales accedan a la problemática región para proporcionar asistencia humanitaria.

Esperanza de Aung San Suu Kyi

La líder Aung San Suu Kyi expresó su esperanza el martes de alcanzar un acuerdo con Bangladesh sobre el regreso de los musulmanes rohinya que huyeron a Bangladesh en los últimos tres meses.

Más de 600,000 musulmanes rohinya han abandonado el estado de Rakhine en Myanmar desde el 25 de agosto, luego de que los insurgentes atacaron a las fuerzas de seguridad y provocaron una brutal represión militar que la ONU describió como limpieza étnica.

Aung San Suu Kyi dijo que los países vecinos están trabajando en un memorando de entendimiento para el «retorno seguro y voluntario» de quienes huyeron.

«No se puede hacer nada de la noche a la mañana, pero creemos que podremos progresar de manera constante», dijo.

Refugiados rohinya en el campamento de refugiados de Kutupalong, cerca de Cox's Bazar, Bangladesh, 6 de noviembre de 2017. (Archivo)

Refugiados rohinya en el campamento de refugiados de Kutupalong, cerca de Cox’s Bazar, Bangladesh, 6 de noviembre de 2017. (Archivo)

Informe de Amnistía Internacional

También el martes, el grupo de derechos humanos Amnistía Internacional emitió un nuevo informe que dice que el gobierno en Myanmar discrimina y segrega a los rohinya y otras comunidades musulmanas.

«En el caso de los rohinya, esto es tan grave que equivale a un ataque generalizado y sistémico contra una población civil, que está claramente vinculado a su identidad étnica (o racial) y, por lo tanto, constituye legalmente el apartheid, un crimen de lesa humanidad bajo el derecho internacional «, dijo la organización.

El grupo pidió a Myanmar que establezca un plan de acción para combatir la discriminación, reformar leyes y políticas discriminatorias y garantizar que los responsables de los crímenes de lesa humanidad rindan cuentas. Voa

EDICIÓN Nº 816

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