Hombres armados vestidos con uniformes militares que atacaron el hotel Intercontinental de Kabul y se enfrentaron a fuerzas especiales afganas durante la noche mataron al menos a 19 personas e hirieron a 12 más, aunque el número final de muertos y heridos podría ser mayor.
Wahid Majroh, portavoz del ministerio de Salud Pública, dijo que 19 cuerpos habían sido llevados a los hospitales de la ciudad y que seis de ellos fueron identificados como extranjeros. El número de víctimas podría subir, sin embargo.
Los cinco atacantes también murieron, dijo el portavoz del ministerio del Interior, Najib Danesh.
La aerolínea local Kam Air dijo que unos 40 de sus pilotos y tripulación de cabina, muchos de los cuales son extranjeros, estaban en el hotel y que habrían muerto hasta diez de ellos. La prensa local reportó que entre las víctimas figuran venezolanos y ucranianos.
Zamari Kamgar, vicedirector de la línea aérea, dijo que aún estaba tratando de localizar a su personal.
Los talibanes se atribuyeron la responsabilidad del ataque, que provocó la evacuación de 150 huéspedes del hotel cuando partes del edificio se incendiaron, algunos de ellos a través de sábanas atadas por las ventanas de los pisos superiores y otros rescatados por las fuerzas afganas.
Abdul Rahman Naseri, un huésped que estaba en el hotel para una conferencia, se encontraba en el vestíbulo cuando vio a cuatro insurgentes vestidos con uniformes militares.
“Estaban gritando en (idioma) pastún: ‘No dejéis a ninguno vivo, ni bueno ni malo. Disparad y matadlos a todos’, gritó uno de ellos”, dijo Naseri.
“Corrí a mi habitación en el segundo piso. Abrí la ventana e intenté salir usando un árbol, pero la rama se rompió y caí al suelo. Me hice daño en la espalda y me rompí una pierna”, contó.
Aun después de que las autoridades dijeran que el ataque había terminado, se podían escuchar disparos esporádicos y explosiones en el lugar.
El incidente se suma a una serie de ataques que ponen de relieve la precaria situación de la ciudad y la capacidad de los militantes para montar operaciones de alto perfil destinadas a socavar la confianza en el gobierno respaldado por Occidente.
El portavoz talibán Zabihullah Mujahid envió un comunicado en el que afirmaba que eran responsables del ataque. Una declaración del Ministerio del Interior culpó a la red Haqqani, un grupo afiliado a los talibanes, que reivindicó un ataque previo al hotel en 2011.
Reuters
EDICIÓN Nº 873