El Dr. Iván Díaz, académico de la UACh, destacó los árboles patrimoniales de la ciudad en el marco del Mes del Medio Ambiente.
Valdivia es una ciudad especial por sus árboles, y eso lo demuestran las numerosas especies de gran tamaño que sobrepasan los cien años y que se encuentran en distintos sectores. Ésta es la motivación del académico de la Facultad de Ciencias Forestales y Recursos Naturales de la UACh, Dr. Iván Diaz para llevar a cabo un proyecto, financiado por FONDART, para el cual realiza un muestreo de los principales árboles patrimoniales de Valdivia, iniciativa que compartió en una charla organizada por el Departamento de Medio Ambiente de la Ilustre Municipalidad de Valdivia.
El Prof. Díaz explicó que comenzó a estudiar la copa de los árboles escalándolos desde el año 2005. Para el año 2009 ya había conformado un equipo de estudio en el Laboratorio de Biodiversidad del Dosel de la UACh, con el cual hoy desarrolla la investigación sobre los árboles patrimoniales. “Los árboles antiguos tienen una gran biodiversidad asociada, y además de su belleza poseen un valor cultural, son legados del pasado”, expresó el académico.
Hallazgos
En el marco de la mencionada iniciativa, el investigador y su equipo han medido hasta el momento 425 árboles, la mayoría de alrededor de 95 cms de diámetro. Dentro de este número se encuentran tanto especies exóticas como nativas. Árboles exóticos plantados hace más de 100 años, pero también ejemplares que formaron parte del bosque nativo que existía en el lugar.
El docente mencionó una larga lista de los ejemplares más destacados, entre los cuales se encuentra un roble ubicado en Av. Circunvalación con Tromen, de aproximadamente 350 años. “Este árbol no fue plantado, sino que era parte de la vegetación silvestre cuando esa zona estaba rodeada de bosque nativo. Posee muchas epífitas, plantas que habitan solo en los árboles de más de 100 años”, señaló.
Entre los de mayor tamaño se encuentran una sequoia gigante de aprox. 150 años y de 2,6 metros de diámetro, ubicada en el Campus Isla Teja de la UACh; un laurel de 2,4 metros de diámetro que habita en el Parque Urbano El Bosque; un pino radiata de más de 100 años y 2,04 metros de diámetro del Parque Saval; un roble del sector sur de la Isla Teja de más de 30 metros de alto y casi 2 metros de diámetro, etc.
Sin embargo, es un coigue del Parque Saval el más especial para el Dr. Díaz. Mide casi 2 metros de diámetro y posee alrededor de 400 años. “Está hueco por dentro, pero en los árboles nativos que esté hueco no necesariamente significa que el árbol esté muriendo”, explicó.
Sus pasos siguientes serán documentar la historia natural y cultural de los árboles más destacados para elaborar además un ranking de los 50 y 25 más relevantes.
“Tenemos los resabios del pasado para planificar una ciudad más saludable, más verde y más amigable para sus habitantes”, comentó.
