Dr. Hugo Harvey
Centro de Estudios Estratégicos
Academia de Guerra del Ejército
El presente mes de junio se cumple un nuevo aniversario de un acontecimiento memorable para el mundo. Hace ochocientos años, en un recodo de un río en el sur de Inglaterra, se firmó la llamada Carta Magna. En aquel tiempo, Inglaterra era gobernada por un monarca absoluto, que tenía el control prácticamente sin restricciones sobre sus súbditos. Sin embargo, luego de una rebelión de los señores feudales, surgió la idea de que la ley prevaleciera por sobre el gobierno y comenzó, por primera vez, a tomar la forma de un acuerdo escrito.
Fue así que en la localidad de Runnymede, el 15 de junio de 1215, el Rey Juan I de Inglaterra, conocido como Juan Sin Tierra, aceptó que a partir de allí garantizaría ciertas libertades feudales y que ya no volvería a hacer nuevas normas a medida que desease. La costumbre feudal siempre había reconocido que la relación entre el rey y los vasallos se basaba en derechos y obligaciones mutuas, pero en la Carta Magna el rey accedió a limitar sus poderes arbitrarios y acatar las costumbres existentes. En este sentido, admitió que nadie en Inglaterra, ni siquiera él mismo, estaba por encima de la ley de la tierra y que él y su gobierno debían acatar las leyes que hicieran. El documento reconoció ese hecho por escrito y fue utilizado en los años venideros para apoyar la idea de que el poder de un monarca era limitado.
En efecto, la conformidad del Rey Juan con los términos del documento, si bien en esencia no era sino un tratado de paz entre él y sus nobles, garantizaba que el soberano respetaría los derechos y privilegios feudales, apoyar la libertad de la Iglesia y mantener las leyes de la nación.
Carta Magna viene del latín "Gran Carta", y se llama así no porque quienes la redactaron previeron su influencia en el futuro, sino más bien en función de su extensión. Sin embargo, casi de inmediato, el documento comenzó a adquirir una significación política que justifica el adjetivo en todos los sentidos, ya que la Carta Magna fue vista por las generaciones posteriores como una piedra angular en el desarrollo no solo de Inglaterra, sino que en gran parte del mundo.
En el juramento que emitió en su consagración y coronación, el Rey Juan se comprometió ante Dios, la Iglesia, y su pueblo. Sin embargo, a medida que los acontecimientos evolucionaron, los dos primeros compromisos se convirtieron en algo nulo y sin valor, pero el tercero significó un nuevo paso en el camino hacia el establecimiento del poder por el pueblo, o al menos por el órgano que lo representa.
La importancia de la Carta Magna es que, sin mencionarlo específicamente, a partir de allí se creó la conciencia de que el poder injusto y arbitrario podía ser limitado y emanaron, en última instancia, todos los derechos y libertades que actualmente se dan por sentado en la mayoría del mundo: el habeas corpus, la prensa sin censura, la seguridad de la propiedad, la igualdad ante la ley, elecciones regulares, laintegridad de los contratos y otros. En concreto, la idea de que el Ejecutivo no está por encima de la ley – nadie, en realidad – llegando a ser un símbolo para la democracia y la libertad en el mundo.
Con diversos matices, prácticamente todos los países cuentan con su propia Carta Magna. En el caso de Chile, es la Constitución Política de la República, que recoge el espíritu del documento que conmemoramos y en el cual el legislador quiso incluir a las Fuerzas Armadas, señalando que existen para la defensa de la patria y son esenciales para la seguridad nacional, como una forma de enfatizar que, por su función fundamental, quienes están llamados a defender la patria merecían un espacio en nuestro principal texto jurídico.