Los Ríos al Día

Grecia: De la crisis fiscal a la oportunidad de una República responsable

Por Alvaro Massardo

Analista Acton Chile

 

En estas últimas semanas la atención del mundo está puesta en Grecia, en la situación política y de crisis financiera que vive el país heleno. Atendiendo a aquello y con ánimos de librarse de toda culpa, una de las frases que ha repitió en diversas ocasiones y durante las últimas semanas Alexis Tsipras, Primer ministro de Grecia, y líder de Syriza es la siguiente: “Los griegos han hecho grandes esfuerzos”, y vaya que tiene razón en aquello, hay ciudadanos griegos que sí han trabajado y se han esforzado durante los últimos años pese al panorama de incertidumbre, no así la clase política griega, quienes al gobernar han implementado políticas desmesuradas e irresponsables en lo que a gasto fiscal se refiere.

Para establecer el porqué de la actual crisis es necesario saber, entre otras cosas, un poco de las medidas implementadas por los políticos griegos en los últimos gobiernos. Muestra de aquello es por ejemplo, la nómina de 45 jardineros en el Hospital público Evagelismos de Atenas para cuidar solamente las 4 macetas que decoran su entrada, o también que en algunos departamentos públicos hubiese de planta hasta 50 conductores por coche. En este sentido, y en relación a este tipo de medidas estatales lamentables, en las que claramente hay gastos fiscales innecesarios, no causan gran sorpresa las declaraciones del ex ministro de finanzas, Stefanos Manos, al señalar que tal era la ineficiencia, corrupción y exceso salarial en el sistema nacional de ferrocarriles que le resultaría más barato al Estado pagar para que todos los griegos viajaran en taxi.

Bajo este panorama la bola de nieve de la mala administración en las finanzas públicas de Grecia fue creciendo poco a poco y aumentó de sobremanera después de la crisis económica del 2008, cuestión que ha hecho establecer un cuadro que no se vía para nada alentador, sobre todo con el advenimiento de gobierno de Tsipras y las promesas populistas con las que se presentó a las elecciones.

Así las cosas, hay que tener en cuenta que el referéndum celebrado hace casi 2 semanas, el cual dio como resultado el rechazo de los griegos a las propuestas de pago de la deuda pública presentadas por los acreedores, representó una afrenta al Eurogrupo, afrenta quedó simplemente en nada, pues Atenas y ahora el propio parlamento griego han aceptado finalmente (con algunos retoques) seguir el tercer plan de rescate propuesto por sus acreedores, el que resulta ser antes de que todo colapse, la última oportunidad de Grecia para no caer en el abismo.

Cabe valorar que en este sentido, Tsipras tomó la resolución de ir más allá de su ideología populista, obedeciendo a la contingencia actual y mostrando atisbos de responsabilidad republicana, pues la economía de ningún país es capaz de resistir varias semanas con los bancos cerrados y un déficit público tan grande.

En base a lo señalado anteriormente, el gobierno griego debe asumir una segunda carga, cual es la opinión de aquellos que se sienten traicionados tras la realización del “referéndum espejismo”, el cual a todas luces jamás debió realizarse de haber seguido Tsipras una política responsable desde sus inicios, en relación a la crisis fiscal griega. Esta segunda carga que debe asumir Tsipras ya tiene sus repercusiones en las calles de Grecia, pues los disturbios no se han hecho esperar, más aún, después de que el parlamento griego diera el visto bueno a las reformas exigidas por el Eurogrupo.

Cambio al sistema de pensiones, endurecimiento a las leyes laborales y la privatización de varios sectores de la economía griega son los principales ejes de la propuesta aceptada por Grecia, políticas que son del todo razonables y aterrizadas, pues pretenden sacar al país heleno del abismo al cual se dirige si es que no piensa a futuro, no salda la deuda con sus acreedores y no soluciona su crisis fiscal.

A modo de conclusión, solo cabe esperar que así como se ha ido desarrollando la situación política en Grecia, el clima de racionalidad y cordura primen en el gobierno heleno y se vayan implementando poco a poco políticas gubernamentales cuerdas y serias, cambiando de una vez por todas el discurso populista por uno republicano, realista y responsable.

 

 

Related Post