El exmandatario conservador Sebastián Piñera, se perfilaba como el ganador de la primera vuelta en los comicios del domingo para elegir al próximo presidente de Chile.
Con el 91,75% de los votos escrutados, Piñera, de 67 años, obtuvo el primer lugar entre ocho candidatos con un 36,64 por ciento de los votos, un nivel por debajo de la mayoría absoluta necesaria para triunfar en primera vuelta.
Le seguían el periodista y senador Alejandro Guillier —un independiente que representa al oficialismo de centroizquierda— con 22,67% de los votos y Beatriz Sánchez, representante del izquierdista Frente Amplio, que sorpresivamente había obtenido el 20,34%.
Si bien solo los dos primeros pasarían a la segunda vuelta programada para el próximo 17 de diciembre, tanto Piñera como Guillier deberán negociar con sus respectivas fuerzas políticas para obtener los sufragios necesarios y triunfar por mayoría simple.
En ese sentido, Sánchez, para quien los sondeos pronosticaban un apoyo de menos de dos dígitos, y que está ideológicamente mucho más cerca de Guillier que de Piñera, fue la gran ganadora de la jornada electoral y la que tiene la llave en la negociación hacia el balotaje.
“Hoy día vamos a iniciar una conversación (…) respecto a lo que viene”, dijo emocionada ante sus partidarios tras conocerse los resultados finales de los comicios, refiriéndose a un diálogo dentro de su propia coalición para consultar a sus bases antes de sellar cualquier alianza.
Según las páginas del Servicio Electoral chileno, en la jornada votaron seis de los 14 millones de electores habilitados y los resultados finales se entregarían el lunes por la mañana.
La elección fue vista como un referéndum a la gestión de Bachelet, que buscó reducir la enorme brecha de ingresos entre ricos y pobres con una serie de reformas, aunque los desacuerdos y una economía casi estancada abrieron fisuras de la coalición gobernante de centroizquierda Nueva Mayoría.
EDICIÓN Nº 813