El Laboratorio de Especialidades Farmacéuticas cuenta con modernos equipos para realizar diversos análisis y mediciones de fármacos.
En la sede de Valdivia fue inaugurado el Laboratorio de Especialidades Farmacéuticas, el cual cuenta con salas específicas para el desarrollo profesional de los alumnos, quienes podrán utilizarlo desde el tercer año de química y farmacia.
El laboratorio mide 120 metros cuadrados y cuenta con un área de mezclado que está compuesto por un equipo mezclador y tamices para la separación de polvos.
La inversión para este nuevo espacio fue de $250 millones, además del próximo HPLC que fue solicitado y se espera llegue el próximo semestre a la sede de Valdivia, el cual cuesta $60 millones.
También hay un área de sólidos que consta de una tableteadora en la que los alumnos podrán hacer comprimidos. En el lugar también se encuentran los equipos de control de calidad de los comprimidos que se elaborarán.
El laboratorio de análisis cuenta con un espectrofotómetro, una cabina para la medición de solventes, un disolutor y también albergará al HPLC, el cual fue solicitado para el análisis de medicamentos.
Las áreas anexas están compuestas por un área de lavado de material, una bodega que se une al área de pesaje y un área administrativa para la profesora encargada del laboratorio.
Para la directora de la carrera de Química y Farmacia, Angelica Guerrero, el laboratorio es “es neurálgico para los estudiantes, porque aquí desarrollarán la mayoría de las asignaturas profesionalizantes tales como tecnología farmacéutica, cosmética, biofarmacia y análisis de medicamentos. Todo lo que tiene relación con la industria farmacéutica se forma acá”.
Además, explicó que los equipos que se encuentran en el lugar “son equipos en miniatura de los que se pueden ver en una planta farmacéutica, de hecho, son equipos que se mandan a hacer a Alemania, no es que exista un stock de estos, sino que se mandan a elaborar con fines formativos y que sean la representación más piloto o pequeña de los mismos que están en el laboratorio farmacéutico”.
En el lugar también hay un encapsulador manual para que los estudiantes puedan elaborar hasta 60 cápsulas, lo que permitirá que aprendan de la mano de la tecnología.