La celebración del We Tripantu para el pueblo mapuche es un cambio de ciclo de la vida, marcado en la naturaleza por el solsticio de invierno, período que simboliza el regreso del sol y la luz, junto con la renovación de la naturaleza y el conocimiento de la cultura mapuche.
Con una ceremonia encabezada por la máxima autoridad tradicional de la Comunidad Indígena de Lilcoco, el Lonko Augusto Nahuelpan, profesionales de salud celebraron el We Tripantu o Año nuevo Mapuche, que en mapudungun significa “nueva salida del sol”.
La ceremonia con pertinencia cultural realizada ayer en el sector de Alhuemanque, estuvo organizada por el Centro de Salud Familiar CESFAM de Malalhue y el Departamento de Salud Municipal y contó con la presencia del administrador municipal, José Luis Acuña, quien asistió en representación del alcalde, Rolando Peña, el director del CESFAM, Alán Guzmán y el mayor de la Subcomisaria de Carabineros de Lanco, Jorge Chabán.
Asimismo, participaron del rito mapuche funcionarios de las entidades de salud y algunas familiarmente conocidas en la cultura mapuche “ñañas” (abuelas) representando a diferentes comunidades indígenas del sector.
Antes dar paso a la rogativa, el Lonko Nahuelpan señaló que “vamos a pedir lo mejor para este nuevo ciclo, también pediremos que este sea el verdadero inicio de la interculturalidad en la salud, pediremos que las autoridades que se sensibilicen y puedan escucharnos”.
La autoridad mapuche agregó “como pueblo mapuche, tenemos un gran desafío para lograr la interculturalidad, no podemos quedarnos con los discursos viejos sino mejorar y ver como trabajamos todos juntos”.
En tanto el administrador municipal, valoró estar presente en la celebración del We Tripantu y comentó “como administración consideramos muy importante ser parte de una ceremonia tan significativa como esta, compartir este momento espiritual y cargado de buenos deseos para nuestra comuna y su gente es muy valorable y estar presentes nos permite hacer un reconocimiento al pueblo mapuche y dar cuenta del respeto que tenemos hacia su cultura y su religiosidad”.
Edición 270