Hasta la Escuela Rural de Curriñe se trasladaron 25 alumnos de la USS Valdivia, para limpiar el patio del establecimiento, pintar elementos del lugar, entre otros mejoramientos que desarrollaron durante cinco días por el voluntariado de invierno que ejecuta la casa de estudios.
Los estudiantes también participaron de una jornada en la que compartieron con adultos mayores del sector de Maihue y alrededores. En dicha instancia prepararon sopaipillas, tomaron mate, bailaron y escucharon las experiencias que las personas tenían para contar.
También se efectuó un ropero solidario, en el que los estudiantes llevaron diferentes prendas de vestuario para donar a las personas mayores.

Sobre el voluntariado, el Vicerrector de la USS Valdivia, Pablo Hoffmann, explicó que la instancia sirvió para que “la comunidad se reuniera y compartieran con los estudiantes. Aquí participaron todos nuestros voluntarios y aprovechamos de hacer un ropero solidario con la comunidad en el que los estudiantes donaron ropa en muy buen estado, lo cual fue bien recibido por las personas”.
Por su parte, Ian Hunter, estudiante de primer año de medicina, refirió que la experiencia fue “enriquecedora, he aprendido historias de la gente, otras culturas y he visto la forma de vivir de la gente, que es muy diferente a cómo yo estoy acostumbrado. Hay personas que tienen historias de vida muy duras y me siento muy feliz de haber aprendido de las experiencias de gente tan bonita”.
En tanto, Constanza Aravena, alumna de ingeniería comercial, afirmó que el voluntariado “es algo que no había hecho antes, siento que es una experiencia diferente, acercarnos a las personas y que nos dejen entrar a sus vidas para conocer cómo viven y que nos permitan ayudarlos ha sido algo totalmente nuevo, que me gustaría volver a repetir y que genera consciencia”.
Las actividades voluntarias realizadas por los estudiantes, fueron valoradas por la comunidad y en ese sentido la Delegada Municipal del sector, Mirta Mora, dijo que fue “demasiado agradable compartir con los alumnos, los adultos mayores están felices con su compañía, además hicieron sopaipillas y pebre en conjunto que luego compartimos en la mateada”.
A lo anterior se suma la plantación de más de 100 árboles y plantas medicinales en la Escuela Rural de Curriñe, los cuales fueron donados por CONAF.
Durante el voluntariado también se donaron elementos para la construcción de una pieza para un menor de Curriñe, la cual fue construida por trabajadores voluntarios del sector.
Los estudiantes terminaron la semana con una visita a las Termas de Chihuío, invitación que fue proporcionada por los vecinos del sector, quienes quisieron agradecer a los voluntarios habilitando las termas para ellos.